Hel, famosa por ser la reina diosa del inframundo, la diosa de la muerte en la mitología nórdica. Su padre era el dios del mal Loki y su madre la temible gigante Angrboda.
Sus hermanos eran el terrible y gigantesco lobo Fenrir, predestinado a terminar con Odín en el Ragnarok y la serpiente marina Jormundgandr. Semejante descendencia horripilante llevó a Odín a tomar una decisión definitiva. Enojado al observar las criaturas que Loki cuidaba optó por desterrarlos de la tierra, mundo dónde habían nacido, concretamente en una tétrica y tenebrosa cueva.
Jormundgandr fue destinada al mar, hecho que provocó descomunales tempestades debido a sus movimientos. El lobo Fenrir fue aprisionado con cadenas y a Hel se le otorgó el poder de ser la diosa de la muerte en las profundidades del Niflheim.
La leyenda afirma que Hel abandonaba en ocasiones el inframundo para recorrer la tierra sobre un caballo blanco de tres patas.
Sus hermanos eran el terrible y gigantesco lobo Fenrir, predestinado a terminar con Odín en el Ragnarok y la serpiente marina Jormundgandr. Semejante descendencia horripilante llevó a Odín a tomar una decisión definitiva. Enojado al observar las criaturas que Loki cuidaba optó por desterrarlos de la tierra, mundo dónde habían nacido, concretamente en una tétrica y tenebrosa cueva.
Jormundgandr fue destinada al mar, hecho que provocó descomunales tempestades debido a sus movimientos. El lobo Fenrir fue aprisionado con cadenas y a Hel se le otorgó el poder de ser la diosa de la muerte en las profundidades del Niflheim.
La leyenda afirma que Hel abandonaba en ocasiones el inframundo para recorrer la tierra sobre un caballo blanco de tres patas.
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