"Osorezan, prefectura de Aomori"

Lugar espeluznante ubicado en Japón, constituido por monumentos conmemorativos de almas de niños muertos. Un encuentro y choque desagradable, difícil de digerir para la mayoría.
Osore significa miedo y según la mitología popular el monte marca la entrada del infierno. Lugar dominado por una activa vulcanicidad. Paisaje carbonizado, lleno de pozos burbujeantes, vapores nocivos, manantiales sulfúricos apestosos de agua caliente y un lago tan inhóspito que todos los peces perecen.
Posee la reputación de constituir un vínculo entre esta vida y la otra. Ésto dicen que se consigue a través de las mujeres chamánicas, las cuales entran en trance y se ponen en contacto con el alma del difunto a través de un canto, entregando los mensajes de los familiares por este medio. Existe un festival muy importante realizado en el mes de julio en el que todo esto tiene cabida, además de la procesión de personas que acuden para llevar regalos a los niños muertos y ubicarlos al pie de las estatuas, una ofrenda a Gizo, el guardián de los niños muertos, él ayuda a los niños que tienen problemas para encontrar el camino a la luz.
Lugar demasiado especial, henchido de una longeva tradición y de una peculiar belleza tétrica.