miércoles, 1 de octubre de 2008

"Desvarío Nº1"


Era casi de noche, me tocaba ir de paseo con mi perro, una rodilla me martirizaba y los ojos tenía irritados. Al descender las escaleras sentí un escalofrío y un leve temblor en la mano pero seguí avanzando.
La luna semi oculta, alumbraba la ruta a seguir. Un par de mininos anaranjados pasaron ante mis ojos aguados, peleándose e hiriéndose el uno al otro. Mi perro sentado observaba y callaba al igual que la persona que estaba a su vera.
Mi cachorro no hacía pis ni caca, tan solo caminaba a mi lado, zampándose patatillas arrojadas por las esquinas.
Al cruzar la carretera otro escalofrío me sacudió, casi logrando que soltase la correa. Miré hacia atrás, alguien semejaba estar escondido, medio paralizado tras un coche pero no hice caso.
Casi nadie estaba ya por las calles. Enfrente mía alguien rebuscaba en la basura, incluso se comía un plátano recogido del suelo, me sonreía e invitaba a que degustase su comida. Le miré, sonreí de forma automática y me fui, no miré atrás y tampoco me preocupé, a pesar del siniestro grito escuchado, al parecer la vianda no estaba buena.
Dos niños de unos once años aproximadamente, aparecieron saltando y sonriendo, hablando al parecer otro idioma, ataviados con unas vestimentas plagadas de manchas, las cuales parecían emanar un aroma extraño, diría que a… pero tampoco hice caso pues al rato desaparecieron por una calleja.
Tras más pasos dados, un último escalofrío… ¡algo afilado en mi espalda!.., varias risas consecutivas y aullidos de felinos, no lloré, ni sonreí nerviosamente, tampoco tuve miedo, tan solo avancé con la mente en blanco mirando la luna, hasta que mi pero por fin hizo sus necesidades y pude finalmente volver a mi casa.

0 comentarios:

 
Sinfonía Dantesca - © 2007 Template feito por Templates para Você