"Joseph Vacher, vampiro sexual"

Nacido el 16 de noviembre (1869) en Beaufort, muerto el 31 de diciembre (1898) en Bourg en Bresse.

Famoso asesino en serie francés, también conocido como “el estrangulador de Francia”. Mutilaba los órganos sexuales de sus víctimas, practicaba la sodomización, la necrofilia y la violación. En algunas ocasiones devoraba sus órganos y bebía la sangre de sus víctimas, de ahí le viene su fama de vampiro.

Se hizo célebre por su rostro marcado y el sombrero blanco de piel de conejo que solía llevar.
Joseph Vacher era hijo de un agricultor analfabeto, de muy pequeño fue enviado a una escuela católica, donde tenían regímenes demasiado estrictos.

En el año 1983 se enamora de una joven criada llamada Louise, pero ella no se sentía atraída por él. Cuando finalmente no lo acepta, le dispara cuatro tiros, por ello fue gravemente herida pero consiguió sobrevivir. A continuación Vacher se pegaría dos tiros en la cabeza en un desesperado intento de suicidio. A partir de lo cual siempre padecería una parálisis facial en el lado derecho de su rostro.

Estuvo internado en una institución mental situada en Dole, Jura. Al cabo de un año los médicos afirmaron que estaba curado totalmente.

Estudios recientes afirman que entre 1884 y 1890, posiblemente asesinase a cinco personas, tres cuando todavía era un adolescente, años antes de dispararse a sí mismo.

Liberado a los 25 años de edad, se pasará tres largos años asesinando y mutilando a unas once personas, sus víctimas eran principalmente pastores. Normalmente las apuñalaba en repetidas ocasiones, bebía su sangre, las mordía y practicaba violaciones en vida y post mortem.

Durante aquella era un vagabundo errante que vagaba de pueblo en pueblo, desde Normandía a Provenza. Sobrevivía mendigando o trabajando de jornalero en las diferentes granjas que encontraba a su paso.

En el año 1897 intentó violar a una mujer en el campo. La joven luchó desesperadamente y sus gritos consiguieron alertar a su marido e hijo, quienes la socorrieron y enviaron a Vacher directamente a la policía.

Una vez arrestado alegó haber sido víctima del mordisco de un perro rabioso cuando todavía era un niño pero poco después lo cambió afirmando ser un enviado de Dios, como Juana de Arco, para conseguir que la gente pensase y comprendiese las verdaderas virtudes de la fe.

Fue juzgado en Ain y condenado a muerte en el año 1898, muerto en la guillotina, negándose a avanzar, siendo empujado por sus verdugos.