Fuerzas malignas por antonomasia, pertenecientes a la mitología japonesa. A ellos se les achaca las aterradoras hambrunas, las enfermedades y demás desgracias. Estos seres son capaces además, de robar almas y de poseer a personas normales e inocentes.
Se opina generalmente que llegaron a Japón desde China, junto con el budismo, una forma a la que algunos acaban convirtiéndose.
Se les representa de muy variadas formas, entre las que se encuentran:
Se opina generalmente que llegaron a Japón desde China, junto con el budismo, una forma a la que algunos acaban convirtiéndose.
Se les representa de muy variadas formas, entre las que se encuentran:
Los Oni con forma de monstruo, dotado de afiladas garras, dos gigantescos cuernos y el pelo despeinado.
Los Oni que cobran forma humana, aunque en ocasiones se les representa como a seres extraños, poseyendo un elevado número de ojos o una serie de dedos añadida a la suya propia. El color de piel puede variar bastante pero los tonos que más se suelen ver son el rojo, azul, rosa, verde o negro.
Los humanos que visten pieles de tigre y llevan consigo garrotes de hierro se les denomina (kanabo) y son un gran ejemplo de extrema fuerza e invencibilidad.
A pesar de la capacidad de adoptar estas formas, la mayoría de los Oni son invisibles.
Tan solo los adivinos llamados "miko" y los seres virtuosos son capaces de detectar, en ocasiones, la presencia de estos demonios.
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